Un calendario caótico por el adelanto a junio de los exámenes de septiembre
- Madrid - 4/06/2018
Los alumnos "pierden el tiempo" en talleres
alternativos y les faltan días para repasar la materia
Ana Hernández Revuelta, jefa de estudios del Instituto
Julio Verne de Leganés, cuenta que en este centro público del
sur de Madrid «están
todos con mucho agobio» este año por la decisión del Gobierno regional de
quitar los exámenes de septiembre y adelantarlos a junio. La medida, sostiene,
«ha descolocado el calendario y ha reducido el tiempo real de clase y del
contenido curricular que reciben los estudiantes».
Su
opinión es compartida por otros profesores, padres y alumnos de la región, y
también del resto de España. La supresión de la convocatoria extraordinaria de
septiembre, que se ha extendido en los últimos años por varias autonomías, ha
generado un encendido debate similar al que existe respecto a la jornada
continua. Hay muchos argumentos a favor, pero su implantación ha provocado
«disfunciones» que han llevado a CCOO a
acudir al Tribunal
Superior de Justicia de Madrid o a las asociaciones de
padres y profesores de Cantabria y La
Rioja a quejarse a las consejerías porque les obliga a
«impartir menos materia».
El
sistema está pensado para que los alumnos que suspendan no se pasen todo el
verano estudiando ni sus padres tengan que pagar academias o clases
particulares, tal y como explican en las consejerías de Educación de la
Comunidad de Madrid y La Rioja, que han estrenado este curso el nuevo modelo.
Los exámenes finales se realizan a principios de junio en primera convocatoria
y hay una repesca para los que suspendan a finales de junio: es la convocatoria
extraordinaria, que sustituye a la de septiembre. Entre medias, los críos con
asignaturas pendientes reciben clases de refuerzo por parte de sus profesores
habituales, lo que es buena cosa. «Se potencia la evaluación continua y los
contenidos están más frescos», apunta Juan
José Nieto, director general de Educación
Infantil, Primaria y Secundaria de la Comunidad de Madrid,
que recuerda que «se ha constatado que septiembre no produce los resultados
esperados»: el 49% de los estudiantes de la ESO y
el 58% de los de Bachillerato con
asignaturas suspensas no supera ninguna materia pendiente en los exámenes de
esa convocatoria.
El
problema es que los dos meses de verano que antes tenían estos alumnos para
repasar se convierten en apenas un par de semanas. «Es imposible recuperar en
unos días lo que no se ha trabajado a lo largo del curso», avisa Nicolás
Fernández Guisado, presidente del sindicato ANPE,
que duda de que «un alumno que suspende el 8 de junio sea capaz de superar la
materia el día 25».
Fuente: Diario EL MUNDO (4/06/2018)
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